
La vuelta a clases es un momento de entusiasmo, agotamiento y, sobre todo, de muchos gastos. Este año, un costo oculto está tomando por sorpresa a los padres: la creciente integración de la inteligencia artificial (IA) en las aulas, una tendencia que, si bien promete revolucionar la educación, también impacta directamente en el bolsillo familiar. Según la Federación Nacional de Minoristas (NRF, por sus siglas en inglés), se estima que las familias con chicos en edad escolar gastarán un promedio de $858 dólares este año, y una porción cada vez mayor de ese dinero se destina a nuevos dispositivos tecnológicos.
El auge de la IA en las aulas
Lejos de ser una moda pasajera, la IA se está convirtiendo en una herramienta clave para los educadores. En estados como Massachusetts, la propia gobernadora, Maura Healey, lanzó una serie de programas de capacitación para docentes durante el verano. El objetivo es que los maestros aprendan a usar estas tecnologías para mejorar la experiencia educativa.
“La inteligencia artificial en el aula adopta muchas formas distintas”, explica Jessica Garner, directora de Aprendizaje Innovador de la Sociedad Internacional para la Tecnología en la Educación (ISTE). “Nos han llamado para dar un montón de capacitaciones en escuelas y distritos”. Según Garner, estos talleres muestran a los docentes cómo la IA puede ayudarlos a crear planes de estudio personalizados. Por ejemplo, un maestro podría pedirle a una IA que diseñe una lección considerando que en su clase tiene “cuatro alumnos que están aprendiendo el idioma y otros tres con dificultades de aprendizaje”.
El impacto en el bolsillo de los padres
Esta modernización del aprendizaje en la escuela tiene un costo fuera del aula. “La IA ha irrumpido en escena de tal manera que es imposible ignorarla. Los chicos ya la usan en su vida personal”, agrega Garner. La empresa financiera MarketBeat advierte que, mientras las escuelas se apuran a implementar nuevas herramientas, los padres a veces tienen que correr de atrás para conseguir los dispositivos que sus hijos quieren o necesitan para aprovechar esta nueva ola de creatividad en clase.
Para aliviar la carga financiera, MarketBeat sugiere algunas alternativas:
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Explorar programas de subsidios para familias de ingresos bajos o moderados.
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Verificar si las escuelas ofrecen licencias de software gratuitas o con descuento.
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Cuando sea posible, optar por comprar tecnología reacondicionada o de segunda mano.
Los costos ocultos para las instituciones
Pero el costo oculto de la IA no afecta solo a las familias, sino también a las propias escuelas, que deben invertir una cantidad significativa de tiempo y dinero en capacitar a sus docentes para que puedan utilizar estas tecnologías de manera efectiva y segura.
Iniciativas para fomentar su uso
El impulso para integrar la IA en la educación no es nuevo y viene desde distintas esferas. Como ejemplo, en su momento, la entonces primera dama Melania Trump invitó a estudiantes de primaria y secundaria a participar en un concurso nacional diseñado para fomentar el uso de herramientas de IA para resolver problemas comunitarios. El objetivo, según se comunicó, era que los estudiantes “dieran rienda suelta a su imaginación y mostraran el espíritu de innovación del país”.
Se abre el debate: ¿Qué opinan los protagonistas?
Ante este panorama, es fundamental conocer la opinión de padres y docentes. ¿Qué piensan sobre su uso en la educación? ¿Están a favor o en contra?
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