A medida que la inteligencia artificial (IA) se vuelve omnipresente, los sistemas educativos de todo el mundo intentan encontrar un equilibrio. “Una de las peores cosas que la gente en educación puede hacer con respecto a la IA es no hacer nada”, sentenció Naomi Hughes, especialista en medios de Rochester, Minnesota. Desde que la compañía OpenAI lanzó ChatGPT en 2023, la revolución de la IA entró en plena vigencia, obligando a reexaminar casi todos los segmentos de la vida.
En las Escuelas Públicas de Rochester (RPS), todos, desde alumnos hasta directivos, están ajustándose. El objetivo no es prohibir su uso, sino enseñar a los estudiantes a utilizarla de manera responsable, sabiendo que el mundo al que ingresarán después de graduarse estará saturado de ella. Sin embargo, esto es como construir el avión en pleno vuelo, mientras el mundo aún se adapta a este futuro.
El enfoque en EE.UU.: un “compañero de ideas”
En Estados Unidos, la adaptación es a menudo localizada y reactiva. Mazin Bakhit, un estudiante de último año de secundaria en Rochester, desarrolla un programa de educación financiera llamado SharkFin. Él utiliza la IA como un “coach de feedback” o un “inversor mezquino” al que le presenta sus ideas. “Le pregunto ‘¿qué pensás de esta idea?'”, explica Bakhit. “Lo uso como si tuviera un entrenador que me da devoluciones”.
Para los docentes, esta nueva realidad es un arma de doble filo. Una investigación reciente sobre docentes de escuelas públicas en EE. UU. reveló una profunda ambivalencia. Los maestros ya enfrentan agotamiento, escasez de recursos y crecientes expectativas. Para ellos, la IA puede ser un salvavidas. Muchos destacaron su capacidad para ahorrar tiempo (hasta seis horas semanales) y servir como un “compañero de ideas” para planificar lecciones, reduciendo el aislamiento. Una docente con 11 años de experiencia afirmó que la IA “redujo mi estrés en un 80% porque puedo tener un socio de pensamiento”.
La brecha de equidad y la falta de capacitación
Sin embargo, no todos los docentes se sienten equipados para beneficiarse. El estudio, realizado en un distrito diverso con 160 idiomas y donde tres cuartas partes de los alumnos califican para almuerzo gratuito, mostró que la principal barrera es la falta de tiempo y capacitación. “No tenemos mucho tiempo de planificación, y sería una nueva herramienta que aprender”, explicó una maestra de primaria.
Esta falta de apoyo profesional amenaza con profundizar las desigualdades existentes. Investigaciones previas sobre innovaciones tecnológicas muestran que las escuelas con menos recursos, que atienden a los estudiantes más desfavorecidos, son las menos equipadas para capacitar a sus docentes. Así, la IA podría terminar reforzando las brechas de equidad que pretende cerrar.
El dilema del plagio y las herramientas fallidas
En distritos como Rochester, la preocupación inicial de muchos docentes fue cómo controlar el plagio. Peter Wruck, director de investigación de RPS, señaló que las herramientas de detección de IA no son fiables. La presentación de Wruck citó errores absurdos: un programa afirmó que una sección de la Biblia fue generada por IA en un 98.9%, y otros marcaron el preámbulo de la Declaración de Independencia de EE. UU. como texto artificial.
“Su marco era ‘¿Cómo controlo que no se copien?'”, dijo Wruck sobre los docentes. “Y yo digo, ‘Hasta cierto punto, no podés'”. Aunque el distrito está probando plataformas como Magic School, diseñada para educadores, el enfoque ha tenido que desplazarse de la detección al uso ético.
Corea del Sur: una estrategia nacional multimillonaria
En marcado contraste con la adaptación reactiva de EE. UU., Corea del Sur ha adoptado un enfoque centralizado y masivo. El gobierno anunció su primer plan nacional de desarrollo de talento en IA, con una inversión de 1.4 billones de wones (960 millones de dólares) para formar talento desde la escuela primaria hasta los investigadores de posgrado.
El objetivo es posicionar a Corea del Sur entre las tres principales potencias de IA del mundo y frenar la “fuga de cerebros”, ya que muchos estudiantes talentosos eligen medicina en lugar de ciencia e ingeniería. Aunque el país ocupa el sexto lugar en competitividad general de IA, cae al puesto 13 en la categoría de “talento”.
Talento desde el primario hasta el posgrado
El plan surcoreano es integral. Para acelerar la oferta de profesionales de alto nivel, se introducirá un programa “fast track” que permitirá a estudiantes destacados completar sus títulos de grado, maestría y doctorado en solo 5.5 años, en lugar de los ocho habituales. Además, para retener a los académicos, se considera un sistema de “Cátedra Nacional Distinguida”, permitiéndoles investigar más allá de la edad de jubilación de 65 años.
El plan también busca cerrar la brecha entre Seúl y otras regiones, fortaleciendo las universidades regionales con fondos para infraestructura y programas especializados.
La IA como materia troncal en las escuelas
En la educación primaria y secundaria, el gobierno invertirá 900 mil millones de wones en primarias y medias, y 500 mil millones en secundarias. Para 2028, se establecerán Centros de Apoyo a la Educación en IA en todo el país. Se designarán nuevas escuelas secundarias vocacionales (Meister) orientadas a la IA y se espera que el 50% de los departamentos vocacionales ofrezcan cursos de IA para 2030, frente al 20% actual.
Para 2027, todas las escuelas estarán equipadas con laboratorios de ciencias inteligentes. El gobierno planea revisar el plan de estudios nacional K-12 para incluir formalmente la educación en IA como una materia troncal.
El factor humano como eje central
A pesar de las estrategias radicalmente diferentes, desde el enfoque local de Rochester hasta el plan nacional de Seúl, la investigación sobre el sentir docente en EE. UU. subraya un desafío universal: preservar la naturaleza relacional de la enseñanza.
La calidad del docente sigue siendo el factor más importante en el rendimiento estudiantil, especialmente para los alumnos más desfavorecidos. El estudio sobre los docentes estadounidenses destacó la importancia de esta conexión. Como observó un profesor de estudios sociales de secundaria: “Una máquina te puede dar información, pero para aprender necesitás una relación”.